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Todo inició encima de

una mata de mango…

Con solo 23 años y $300 pesos prestados, Francisco Quezada improvisó una pequeña fábrica en el patio de su casa. Con una máquina selladora y tanques colgados de un árbol, comenzó a fabricar sobres de rinse y shampoo, vendiéndolos de puerta en puerta. Trabajaba incansablemente, perfeccionando su producto y reinvirtiendo cada peso en su negocio.

Después de seis meses de esfuerzo, decidió mudarse a la ciudad, donde trabajaba hasta 17 horas al día en un modesto local. Poco a poco, su empresa, Industrias Macier, empezó a crecer, forjada por su dedicación y visión.

Gracias a la creciente

demanda, en 1987

Industrias Macier adquirió su primer local, lo que permitió aumentar la producción y diversificar la oferta con productos como desinfectantes, cloro, vinagre y suavizantes. Para distribuir eficientemente, creamos rutas de comercialización y sumamos una flota de vehículos que llevaron nuestros productos a todo el país.

Lo que comenzó como una pequeña operación casera se convirtió en una empresa sólida, presente en cada rincón de la República, impulsada por la calidad y la visión de Francisco Quezada, quien inició todo con $300 pesos y un sueño.

Por tu confianza somos

Más de 1.000 Empleados

Contamos con tecnología de punta que permite supervisar nuestras operaciones y procesos, asegurando la calidad en cada producto de Industrias Macier.

Desde el inicio, apoyamos actividades culturales, deportivas y de salud, además de contribuir a familias de escasos recursos y promover campañas de salud, medio ambiente y responsabilidad social en todo el país.

La visión de nuestro presidente, Francisco Quezada Mago, junto a su perseverancia y honradez, nos ha convertido en una empresa que es parte de la familia dominicana.

 

Todo inició encima de

una mata de mango…

Con solo 23 años y $300 pesos prestados, Francisco Quezada improvisó una pequeña fábrica en el patio de su casa. Con una máquina selladora y tanques colgados de un árbol, comenzó a fabricar sobres de rinse y shampoo, vendiéndolos de puerta en puerta. Trabajaba incansablemente, perfeccionando su producto y reinvirtiendo cada peso en su negocio.

Después de seis meses de esfuerzo, decidió mudarse a la ciudad, donde trabajaba hasta 17 horas al día en un modesto local. Poco a poco, su empresa, Industrias Macier, empezó a crecer, forjada por su dedicación y visión.

Gracias a la creciente

demanda, en 1987

Industrias Macier adquirió su primer local, lo que permitió aumentar la producción y diversificar la oferta con productos como desinfectantes, cloro, vinagre y suavizantes. Para distribuir eficientemente, creamos rutas de comercialización y sumamos una flota de vehículos que llevaron nuestros productos a todo el país.

Lo que comenzó como una pequeña operación casera se convirtió en una empresa sólida, presente en cada rincón de la República, impulsada por la calidad y la visión de Francisco Quezada, quien inició todo con $300 pesos y un sueño.

Por tu confianza somos

Más de 1.000 Empleados

Contamos con tecnología de punta que permite supervisar nuestras operaciones y procesos, asegurando la calidad en cada producto de Industrias Macier.

Desde el inicio, apoyamos actividades culturales, deportivas y de salud, además de contribuir a familias de escasos recursos y promover campañas de salud, medio ambiente y responsabilidad social en todo el país.

La visión de nuestro presidente, Francisco Quezada Mago, junto a su perseverancia y honradez, nos ha convertido en una empresa que es parte de la familia dominicana.

 

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